El desconocimiento alrededor de la potencia contratada suele ser la principal causa por la que muchos hogares y empresas pagan más de lo que debieran en su factura energética. La dificultad de entender la información reflejada en la factura, junto con la de no poder hacer un seguimiento continuado del consumo, hacen que se produzca ese sobrecoste.
El impacto de la potencia contratada
Un ejemplo muy claro de ello es ver que, en España, la potencia contratada total por el conjunto de los consumidores a las distribuidoras es de 175.000 MW, una cifra que supera bastante la capacidad instalada en el país según REE, 108.000 MW. Esta diferencia es más llamativa aún si se tiene en cuenta que, en 2015, el mayor pico de uso fue de 37.000 MW, y que el récord máximo histórico tuvo lugar en 2007, llegando a poco más de 45.000 MW.
Estos datos, evidencian que se está pagando diariamente por unos recursos que no se consumen, suponiendo un gasto para el conjunto de los consumidores electicos superior a los 7.000 millones de euros al año.
La sobreestimación de potencia contratada en España en cifras
Según un estudio, realizado por Endesa entre más de 1.000 empresas de menos de 10 trabajadores, y ubicadas en territorio español, en torno al 60% de las mismas podría ahorrar entre 500 y 2.000 euros por año en el consumo energético, solo con la adecuación a sus necesidades reales de la potencia contratada. Y a su vez, aplicando medidas de eficiencia energética, 4 de cada10 empresas obtendrían a mayores un ahorro entre un 10% y un 23% en su factura eléctrica.
Este mismo estudio, cita que el 78% de las pymes no controlan su consumo, desconociendo que con pequeños cambios en los hábitos diarios pueden lograr grandes ahorros. Adecuar la potencia en su factura energética, eliminar los consumos ocultos, o ajustar la tarifa energética a sus horarios de trabajo son algunas medidas sencillas y sin apenas costes que harán disminuir notablemente el consumo de energía.
Ahorrar costes energéticos no siempre implica ahorrar energía
Una parte importante del presupuesto de las empresas y organizaciones está destinado a costear sus necesidades energéticas. Ajustar la potencia contratada de energía supone aumentar la rentabilidad, y poder destinar recursos a otras áreas del negocio de mayor interés. Por eso oímos hablar constantemente de eficiencia energética, consumir menos, ahorrar energía…
Sin embargo, y aunque a priori pueden parecerlo, no es lo mismo ahorrar costes energéticos que ahorrar energía. Es evidente que, si conseguimos consumir menos, conseguiremos también reducir el gasto en energía, pero no necesariamente para reducir el gasto energético tenemos que consumir menos.
Se puede ahorrar mucho, en términos no estrictamente energéticos, sino monetarios, adaptando las características de suministro energético contratadas (la potencia contratada y/o tarifa) a nuestras necesidades reales de energía, o contratando indexado en lugar de a precio fijo. Dicho de otro modo, una contratación mal gestionada nos puede hacer perder sumas importantes de dinero.
Le damos soluciones a tus problemas
¿Qué hay que tener en cuenta al calcular qué potencia contratar?
A la hora de ajustar la potencia contratada, el consumidor energético, suele recurrir a consultar a las distribuidoras, las cuales calculan sus necesidades basándose en el uso y consumo de los aparatos eléctricos que irán a la red, e incluso en ocasiones, por medio de simuladores poco acertados en sus conclusiones. Además, como es obvio, el cambio no resulta interesante a las compañías, por lo que tienden a motivar la permanencia en la potencia actual por medio de gastos adicionales a esa modificación que, en muchas ocasiones, simplemente se corresponden con las necesidades técnicas para efectuar el cambio.
Hoy más que nunca, en base a los cambios que está sufriendo el mercado, es crucial tener todo esto bajo control, y asegurarnos de que nuestras facturas energéticas se ajustan al mínimo importe posible. En definitiva, es necesario cerciorarnos de que no estamos pagando de más.
Por ejemplo, el término de potencia es el precio que se paga por la potencia contratada. Es un coste fijo, por kilovatio y día, que no depende del consumo. Contratar una potencia sobreestimada implica que el término de potencia engrose nuestras facturas sin necesidad. Sin embargo, dado que los excesos de potencia se pagan con penalizaciones económicas importantes, contratarla por debajo de nuestras necesidades energéticas no interesa en absoluto.
Se trata de dar con el valor justo de potencia que nos haga pagar lo mínimo, una vez compensados costes fijos de término de potencia y excesos de potencia. No es fácil. Hay que hacer cálculos de lo que habríamos pagado según nuestro patrón de consumo si la potencia hubiera sido otra. Más complejo aún, requiere hacer una previsión de lo que pagaremos en el futuro si nuestros patrones de consumo energético cambian.
Por otro lado, las tarifas de suministro fijan los precios de la energía que consumimos. Existen diferentes tarifas de potencia contratada con precios distintos según los tramos horarios en los que se produce el consumo. Es necesario conocer nuestra demanda energética, en qué momentos del día es mayor o menor, para seleccionar la tarifa que nos va a hacer pagar menos por la energía que consumimos.
Al igual que en el caso de la potencia contratada, la labor no es sencilla: es necesario contar con datos históricos de cuánto y cuándo consumimos, simular facturas bajo distintos supuestos de tarifa, prever consumos y costes ante escenarios futuros.
Por último, el mercado nos ofrece la posibilidad de contratar energía a precio fijo o a precio indexado al pool, lo que requiere hacer análisis en cada caso de qué resulta más rentable.
Y aquí la complejidad se multiplica, ya que además de necesitar simular y prever escenarios, como en los casos anteriores, a diferencia de estos ya no partimos de un precio fijo con el que hacer nuestros cálculos. Hay que tener la capacidad de simular cuánto habríamos pagado y cuánto pagaremos a partir de precios que están cambiando constantemente, hora ahora.
¿Cómo saber qué potencia contratar?
Para saber qué potencia contratar necesitamos contar con herramientas que nos ayuden a realizar todos estos cálculos y previsiones, en definitiva, que nos permitan gestionar bien nuestros contratos energéticos y tener la certeza de no pagar un céntimo de más con nuestra potencia contratada.
Por ello, contar con un sistema de monitorización y medición de energía y su consumo, permite a las empresas abandonar el desconocimiento, pudiendo observar y entender el uso que hacen de ella, pudiendo ver las opciones de mejora energética que existen, si tienen una potencia contratada que realmente necesitan o si están pagando de más por no atajar esos problemas u otros problemas. Esto dará un abanico de posibilidades para mejorar la eficiencia energética, reducir los consumos energéticos innecesarios y ahorrar en la factura.
También se puede acudir a servicios específicos para realizar todos estos cálculos por ti y ayudarte a evitar errores en la factura energética. Las Facturas Inteligentes de Smarkia son un conjunto de herramientas totalmente novedosas diseñadas específicamente para realizar esta función. De la forma más sencilla que puedas imaginar, tendrás la posibilidad de:
Simulaciones
Simular tus facturas energéticas con diferentes potencias y tarifas en diferentes escenarios de consumo.
Ahorro potencial
Calcular el potencial de ahorro de los diferentes supuestos para poder establecer la potencia y tarifas óptimas.
Tarifas indexadas
Realizar facturas y simulaciones automáticas con tarifas indexadas, a partir de los precios actualizados que publica el OMIE.
Datos independientes
Tener los datos de tu facturación de forma independiente para poder prever y cotejar los datos reales de las facturas que te llegan.
Costes reales
Conocer el coste real del kilovatio hora en base, no solo al término de energía, sino al total de términos que componen tus facturas. Hacer seguimiento de éste y otros indicadores económicos, lo que te permitirá repercutir costes, realizar benchmarking o personalizar tus reportes e informes.
Recomendaciones personalizadas
Obtener en cada factura recomendaciones personalizadas sobre cómo gestionar tus contratos para conseguir el mayor ahorro.
Conclusiones sobre potencia contratada y el ahorro que supone optimizarla
Como hemos visto durante todo el post, el problema de la sobreestimación de potencia contratada es real y muy notable en el caso de España. La solución, sin embargo, pasa por una cantidad de variables cuya dificultad dependerá de la formación en términos de eficiencia energética y facturas que tengas. Lo más normal es que esta sobreestimación de potencia contratada se deba precisamente a un desconocimiento lógico.
Y precisamente por ello Smarkia, referente en eficiencia y ahorro energético, apuesta por sugerir soluciones para este cálculo de potencia contratada que pasan por la monitorización energética o las soluciones específicas de Facturas Inteligentes de Smarkia. De este modo, por fin pagarás tan solo por lo que consumes y dejarás de perder un dinero que no estás gastando realmente.